My cat Marzullo's strange obsessions/ Las extrañas obsesiones de mi gato Marzullo 🐾🐾

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Good evening, blogging friends, how are you? Here I am again, talking about our furry friends. Do your cats or dogs have any obsessions? They're obsessed with specific objects or behaviors, even funny ones. Today I'll tell you about the strange obsessions of my beautiful red cat, Marzullo. The first of all is his fixation with the pillow in the photos. He has a real fetish for that pillow. Wherever it is, he climbs on it, and if I use it, he glares at me, meowing until I give it to him. He doesn't let the other cats use it, and if he doesn't find it in its usual place, he searches desperately for it!

So much so that I had to buy one just like it so he can sit on one and I can sit on one. I can confirm it's a really comfortable pillow. His other obsession, which I hate, is opening drawers and the fridge. He's terrible with drawers; he opens them and takes out everything—clothes, underwear, etc.—always making a huge mess in the bedroom. I don't know why he opens the fridge, but he does it often. Sometimes I watch TV calmly and hear the creaking of the fridge and see its light and my cat staring inside, so much so that I was forced to buy a special lock out of fear that he might crawl in and get locked in while we're away. Another funny obsession he has is drinking from the bidet.

Because apparently the bidet water tastes better and in the summer he even likes to sleep in it, same with the sink. He's really a rascal! Cats are truly funny animals, each with their own strange habits. Soon I'll also tell you about the oddities of my other two cats, two other very rascally ones!

Buenas noches, amigos blogueros, ¿cómo están? Aquí estoy de nuevo, hablando de nuestros amigos peludos. ¿Sus gatos o perros tienen alguna obsesión? Se obsesionan con objetos o comportamientos específicos, incluso graciosos. Hoy les contaré sobre las extrañas obsesiones de mi hermoso gato rojo, Marzullo. La primera es su fijación con la almohada de las fotos.

Tiene un verdadero fetiche con esa almohada. Dondequiera que esté, se sube a ella, y si la uso, me mira con furia, maullando hasta que se la doy. No deja que los otros gatos la usen, y si no la encuentra en su lugar habitual, ¡la busca desesperadamente! Tanto así que tuve que comprar una igual para que él pudiera sentarse en una y yo en otra. Puedo confirmar que es una almohada realmente cómoda. Su otra obsesión, que odio, es abrir cajones y el refrigerador. Es terrible con los cajones; Abre las puertas y saca todo: ropa, ropa interior, etc., dejando siempre un desastre en el dormitorio. No sé por qué abre la nevera, pero lo hace a menudo. A veces estoy viendo la tele tranquilamente y oigo el crujido de la nevera, veo la luz encendida y a mi gato mirando dentro, tanto que me vi obligada a comprar un candado especial por miedo a que se metiera y se quedara encerrado mientras estamos fuera. Otra manía suya, un tanto curiosa, es beber del bidé.

Porque al parecer el agua del bidé sabe mejor y en verano hasta le gusta dormir en ella, igual que en el lavabo. ¡Menudo pillo! Los gatos son animales realmente graciosos, cada uno con sus propias manías. Pronto os contaré también las rarezas de mis otros dos gatos, ¡otros dos pilluelos de cuidado!